Críticas El faro (2019)

Una película extraordinaria. Cada plano es magistral. La banda sonora es exquisita. Algunas tomas serán motivo de estudio durante décadas. Visceral, intensa, hilarante, aterradora, absorbente...

Pocas películas consiguen provocar miedo y emoción de forma simultánea. Al igual que el rayo de luz emitido por un faro, esta cinta es tanto peligrosa como fascinante.

Un drama expresionista profundo y verdaderamente cautivador. Su realismo y la atención a los detalles históricos crean un entorno de piedra, madera y vidrio que respira autenticidad.

Una película intensa, opresiva y cruda. Un enfrentamiento deslumbrante donde ambos protagonistas utilizan su talento actoral al máximo.

Es uno de los mejores largometrajes de los últimos tiempos, donde no solo oímos, sino que también percibimos la madera crujiente, el metal percutivo y el salitre pegajoso.

Estamos ante una película que, a pesar de sus defectos, muestra potencial. Lo mismo se puede afirmar sobre su director, quien aún tiene la oportunidad de colaborar con un coguionista más talentoso.

Aunque presenta imágenes impactantes y algunas escenas cómicas de locura inquietante, la trama se torna repetitiva.

La parábola brinda un valioso aprendizaje y su representación visual, tanto en las actuaciones como en la puesta en escena, es en ocasiones verdaderamente impactante.

Eggers demuestra, más que cualquier otro director contemporáneo, la importancia de explorar la esencia del mito. Nos invita a experimentar la textura de su narrativa, apreciando su complejidad sin intentar descifrar significados ocultos.

Las imágenes poseen la fuerza del cine mudo más destacado, mostrando primeros planos de rostros y paisajes que comunican una poderosa esencia primal. Las interpretaciones de Robert Pattinson y Willem Dafoe son intensas y memorables, elevando aún más la experiencia visual.