Críticas La chica danesa (2015)

¿Es posible sentir alegría por la existencia de una película, apreciar ciertos aspectos, emocionarse por un próximo estreno masivo y reconocer su potencial para ganar numerosos premios, y aun así no encontrarla placentera?

Es imposible no conmoverse con el auto-reconocimiento de Lili y su deseo de ser reconocida por los que se preocupan más por ella. Pero también es difícil no desear que 'The Danish Girl' fuera una película mejor, una exploración más atrevida y emocionalmente abierta del surgimiento de Lili.

Redmayne merece cada superlativo. La película no es excesivamente gráfica en cuanto al sexo o la cirugía; lo que ha logrado Hooper es un trabajo de inteligencia inquisitiva y de alma apasionada.

Esta extraordinaria y oportuna historia está tratada con gusto, sensibilidad y talento visual por el director Tom Hooper. Redmayne es asombrosamente bueno.

Aunque la película se mantiene en un terreno familiar, es innegable su integridad y el delicado equilibrio entre la fuerza y la vulnerabilidad que Eddie Redmayne aporta a su personaje principal.

Al final del año en el que lo transgénero ha dejado de ser transgresor, la historia de la artista Lili Elbe es una de las películas más elegantes del año.

Simplifica la complejidad de la metamorfosis para que el público de multisalas pueda aceptar algo que, desgraciadamente, sigue siendo un tabú. Es una historia real, aunque condensada hasta dejarla en los huesos. Vikander se come a Redmayne con patatas.

Todo está bien dispuesto sobre la pantalla, pero falta tensión y verdadera transgresión. Y lo que se cuenta es una historia transgresora.

El metraje se alarga más de lo aconsejado y Hooper enfatiza en exceso lo que relata, resultando en momentos de repetición. En lugar de añadir, quita interés. Además, el final resulta ser demasiado sentimental.

Tanto Eddie Redmayne como Alicia Vikander destacan por su talento individual, pero es su química y conexión en pantalla lo que realmente cautiva al espectador.

El drama, como esencia y motor de la historia, queda oculto y debilitado bajo un maquillaje que parece forzado y excesivamente formal, a pesar del valioso contenido dramático y humano que se podría haber extraído de esta obra.

En los rubros técnicos hay que decir que se nota una excesiva influencia pictórica lo que hace que la puesta y la luz sean tan elaboradas que resulten artificiales. Es una cinta demasiado prolija para una historia que se supone transgresora y rebelde.

'La chica danesa' está muerta en varios sentidos. ¿Es recomendable ver 'La chica danesa'? La respuesta varía según el espectador, aunque tengo la certeza de que no dejará una huella perdurable.

Resulta un exponente de cine de qualité provocador en su temática sobre la identidad de género, pero bastante esquemático y superficial.

Al film le faltan mejores actores secundarios, una puesta de época que sea algo más que prolija y bonita y, fundamentalmente, desaprovecha todo lo que tiene que ver con los procedimientos médicos de esos tiempos.