Críticas Lamb (2021)

Cuanto menos sepas de lo que va, mejor. Una experiencia perturbadora, pero también una visión muy original sobre las ansiedades de ser padres.

Es suficientemente audaz e inquietante para establecer a un competente cineasta de género. Más allá de eso, todo su encanto colapsa bajo la naturaleza extravagante de su tema central.

Aunque 'Lamb' no satisfaga del todo a nivel narrativo, sí lo hace como experiencia. Rapace es la actriz adecuada para protagonizar una película tan extraña como esta, y las emociones resuenan.

Inexplicable y directo. Si eso no siempre es un experimento exitoso, al menos anuncia un nuevo talento cinematográfico real, con habilidades clásicas y que no teme a los límites de sus ideas.

Un debut en el largometraje increíblemente impactante con esta comedia de terror sobre la soledad. Es una gran actuación de Rapace.

Rapace logra expresar de manera efectiva los celos maternales. 'Lamb' se recordará por su giro inesperado, pero la tristeza que transmite tiene un impacto igualmente poderoso.

Su valor va más allá de lo original del argumento y la fascinante representación visual del mismo, dos cosas por las que la película de Valdimar Jóhannsson ya merece elogio.

Funciona muy bien cuando ofrece una mirada ambigua e inquietante sobre la relación entre la pareja y su extraño bebé, la película islandesa se vuelve cada vez más rica en matices.

Audaz, desconcertante, provocadora y fascinante ópera prima. Se trata de una valiosa carta de presentación para Jóhannsson.

Una película que toca aristas sobre la paternidad, el duelo, la necesidad de seguir adelante y nuestra relación con la naturaleza.

Sobre el final, sin embargo, Jóhannsson opta por hacer que lo que hasta ese momento solo había sido sugerido en el fuera de campo pase a ser explícito. Esta decisión, aunque añade impacto, también reduce la profundidad de la narrativa.