Críticas ¿Podrás perdonarme algún día? (2018)

Grant está sublime. Sin embargo, la película es de McCarthy, quien desvela los secretos de Lee sin recurrir al sentimentalismo superficial de Hollywood.

Gracias a que la cinta está centrada totalmente en sus personajes y su ambiente, transmite mucho más que un simple y extravagante aprecio hacia los libros antiguos y a los lectores poco comunes.

No nos exige que aprendamos a querer a este personaje tan complejo, sino a respetar su manera de desafiar el mundo indolente en el que vive.

Surge de un entendimiento y un amor en el que pocos biopics se sumergen, algo que hace que sea un placer conocer a este difícil personaje.

La película ofrece una atmósfera desgastada y auténtica, con un tono sombrío que refleja la desesperación. La actuación de McCarthy da vida a este entorno, mientras que el impresionante papel secundario de Grant resalta aún más esta experiencia.

Lograr que los espectadores no pierdan la simpatía por un personaje mientras vemos sus momentos bajos más torpes y frustrantes requiere de comprensión y de saber bien lo que se hace, algo que aquí McCarthy demuestra de sobra.

El personaje de Lee Israel realza las habilidades cómicas de McCarthy. Se convierte en un excelente estudio que profundiza en la psicología del personaje.

¿Quién podía imaginar que Melissa McCarthy ocultaba una notable vena dramática como la que luce? Ése es, sin duda, el principal aliciente de una película que tiene otros cuantos.

Suple la falta de originalidad de su diseño narrativo con su eficacia en la ejecución. Lamentablemente, en algunos momentos intenta suavizar la personalidad de Israel a través del sentimentalismo.

La construcción del filme transforma las peripecias delictivas de la escritora en una experiencia cautivadora, permitiendo al espectador convertirse en cómplice de su placer por falsificar cartas, al tiempo que se burla de una comunidad intelectual que no cesa en su humillación.

En resumen: grandes actuaciones y una singular y muy bien narrada historia.