Críticas Bros: Más que amigos (2022)

Lo más importante es que es una comedia que hace reír, algo que le pasa muy por encima a cualquier planteo coyuntural u orientación sexual. Y como regalo extra tiene algunos cameos de primer nivel.

Es bastante entretenida. El humor en 'Bros' proviene de circunstancias y comportamientos particulares de la cultura gay, pero cualquiera, sin importar su orientación, puede disfrutar de las risas que provoca.

'Bros' es una pequeña revolución por su propia existencia, invitando al público a pasar un buen rato gay que no se ha dado antes, de esta manera.

El homenaje de Eichner a las clásicas comedias románticas americanas es claro y logra que la película evoque su esencia, lo cual resulta ser una propuesta innovadora.

El filme habría ganado si hubiera tenido una perspectiva más queer en la dirección. Sin embargo, si el público se ríe, quizás eso no sea un problema. Podría dar lugar a otra película como 'Bros', lo cual no sería algo negativo.

Un brillante testimonio de la cultura queer, las historias queer y el humor queer. Es una película imprescindible para todos los miembros de la comunidad y para los que no pertenecen a ella.

Billy Eichner, como protagonista y coguionista, ha logrado desarrollar una película divertida y auténtica que pone en relieve la compleja y frecuentemente ignorada historia de la comunidad homosexual en Estados Unidos.

No es solo una comedia romántica entre hombres, sino una reflexión entretenida, honesta y emocionante sobre la influencia LGBTQ+ y una verdad que todos podemos reconocer: el amor es amor.

La conexión entre Eichner y Macfarlane es el pilar fundamental de esta película, reflejando el encanto de las mejores comedias románticas. Sin duda, quienes decidan verla disfrutarán de una experiencia amena y entretenida.

Increíblemente divertida y muy inteligente.

Un clásico de la comedia que es tan divertido y convencional como sugiere su título, pero también profundamente subliminal.

En la primera parte de la película, Eichner interpreta su papel con astucia, aunque el giro sentimental al final no se siente completamente acertado.

Una película enfocada en el sexo gay no necesariamente debe abordar el SIDA o los desafíos de salir del armario.

Retrata a la comunidad y sus contradicciones con una honestidad sorprendente, además, incluye diálogos memorables. Es un avance significativo tanto para el colectivo como para la comedia romántica.

Se esfuerza por adaptar la experiencia gay para complacer al público heterosexual. Su humor tiende a ser burlón hacia el colectivo LGTBI y su percepción de las relaciones no normativas es bastante limitada.

Una propuesta que refleja clásicos de la comedia romántica, aunque su originalidad y calidad podrían pasar desapercibidas si se la considera únicamente como una de las primeras apuestas de rom-com gay.

Estamos ante una comedia romántica escrita de una forma verosímil, con personajes cien por ciento identificables, y temas que no pasarán desapercibidos.

Acaba dando la sensación de que podría haber sido mucho más gay.