Críticas Climax (2018)

El inicio es sorprendentemente estimulante, físico y alegremente cómico 'Climax' es lo mejor que ha hecho Noé en mucho tiempo y quizá sea su película más humana.

Una obra cinematográfica que busca imitar la energía incesante de sus sujetos a través de su lenguaje visual. La música también impacta.

Visualmente extraordinaria; estructural y formalmente audaz. Noé presenta un cine sensual que resulta impactante y excesivo, haciendo que otras películas parezcan obsoletas e inofensivas.

Una película tremendamente original y extremadamente perturbadora. Una experiencia extraordinariamente intensa.

El resultado no es tan indeseable como parece al principio, porque independientemente de lo mucho que Noe quiera salirse de la norma, sus películas siempre son, como poco, interesantes de ver.

'Climax' es el momento culminante en el que las obsesiones del director llegan a su máxima expresión. Todo sucede durante el primer baile, que resulta ser un viaje inquietante. Esta obra se presenta como una secuela terrorífica que sigue al más perfecto de los desvaríos.

Asesina en la pista de baile, pero no mates el ritmo. Gaspar Noé te va a hacer bailar toda la noche. Y no quiere reproches.

Cine de una sola anécdota (una situación fuera de control) sorprende al espectador a cada paso. Qué alucinante advertencia, sin moralismo, sobre cómo las drogas revelan lo más primitivo de cada persona. Un filme de impresionante rareza.

Una película de audaz energía que muestra a un Gaspar Noé rejuvenecido por el LSD pero al mismo tiempo profundamente conservador.

Avasallante.

'Clímax' es un estallido de adrenalina que al final deja al espectador con una fuerte resaca y la sensación de haber vivido una experiencia inolvidable e irrepetible.

No hay nada más predecible y festivalero que películas como 'Climax'. Es un choque eléctrico cuyo único propósito parece ser desestabilizarnos. Más allá de eso, no hay mucho más que ofrecer. En realidad, solo un enorme desperdicio de talento.

Un largo que no dejará indiferente a nadie, donde el realizador vuelve a jugar con la linealidad del relato y los movimientos de cámara (...) se destaca la presencia de Boutella, la única actriz experimentada dentro del grupo de intérpretes. Puntuación: ★★★ (sobre 5)