Críticas Espías (2015)

La película presenta momentos de comedia verdaderamente divertidos, con una producción al estilo de un film de 007. Las persecuciones están filmadas de manera creativa, y siempre hay un toque sorpresa que mantiene al público entretenido.

Definitivamente 'Spy' es la película que Melissa McCarthy se merecía. Después de tres colaboraciones, Feig y McCarthy han creado una combinación creativa que resulta muy satisfactoria.

'Spy' se destaca por su habilidad para hacerme reír a carcajadas mientras intento descifrar quién engaña a quién. Es otra destacada colaboración entre McCarthy y Feig que no decepciona.

'Spy' puede no ser considerada una película excepcional, pero brinda un entretenimiento notable. En ocasiones, es posible que te cuestiones cuál es la verdadera distinción entre ambas.

Es la comedia más convencional de Paul Feig, pero su previsibilidad se ve matizada por una Melissa McCarthy con ternura. La gran mancha es, no obstante, la desidia con que se han rodado sus secuencias de acción.

Hay escenas divertidas y algunos gags ingeniosos que hacen de la comedia de Feig un entretenimiento agradable. Sin embargo, el espectáculo resulta bastante ligero y superficial, con una cierta dosis de ingenuidad.

Que una comedia de Hollywood cuestione la importancia del aspecto físico podría parecer algo fuera de lugar. Sin embargo, bajo la dirección de la pareja McCarthy-Feig, el mensaje no opaca las risas y se enriquece con el humor.

Melissa McCarthy se establece como una figura destacada en la comedia, y 'Spy' es su obra maestra cómica hasta el momento, que reafirma su estatus.

Un film que, sin duda, es eficaz y definitivamente gracioso, pero que gana de taquito cuando tenía plantel para gustar y golear.

Un despliegue de producción gigantesco que no está al servicio de las deslucidas actuaciones de la mayoría.

Feig tiene la habilidad de conectar emocionalmente con los personajes, dándoles profundidad más allá de ser simples herramientas para el humor. Esto aporta un toque renovador al cine.

La película, aunque algo extensa, mantiene un buen ritmo gracias al encanto y habilidades de McCarthy.

En un mundo cinematográfico lleno de jóvenes perfectos y pulidos, McCarthy destaca como una refrescante excepción. Su autenticidad y humor desinhibido la convierten en una comediante excepcional que merece ser celebrada.

Los chistes carecen de originalidad y no logran hacer reír. Además, el guion no se atreve a explorar situaciones más absurdas.