Críticas Free Guy (2021)

Es como un abrazo cálido y tiene muchas cosas admirables. Lo más impresionante es que es profunda. Tiene muchas cosas que decir sobre el poder del libre albedrío.

Es una forma amena de disfrutar unas horas en la sala de cine, aunque se siente como un videojuego sobrecargado, con demasiados elementos.

Ryan Reynolds brilla en esta divertida y auténtica comedia de acción. Es sin duda una de las cintas más entretenidas del año.

Ryan Reynolds y Jodie Comer brillan en esta emocionante travesía por el universo de los videojuegos. La película se vuelve más interesante al abordar las emociones y desafíos que enfrenta la comunidad gamer.

Jodie Comer brilla en esta entretenida película inspirada en videojuegos.

La película de videojuegos más creativa y auténtica, y quizás la mejor hasta ahora, destaca por su originalidad, lo que la convierte en una experiencia agradable para todos.

El papel de friki de Jodie Comer aporta una chispa a la película que le falta. Aunque el concepto recuerda a 'Black Mirror' y se propone como una comedia, se enreda en su propio código.

¡Gamers, regocijaos! Es vuestra película del año. Reynolds mantiene vivos los puntos cómicos, pero al final, 'Free Guy' parece una pálida simulación de la película mejor, más brillante y más arriesgada que podría haber sido.

El despliegue visual es suntuoso, aunque en ocasiones resulta un tanto sobrecargado. Sin embargo, lo que realmente eleva la película es el enfoque al estilo de Harold Lloyd que ha desarrollado Reynolds, logrando así un personaje distintivo que cautiva.

'Free Guy' se presenta como una propuesta original, aunque su naturaleza algorítmica revela fácilmente sus numerosas y evidentes influencias.

A pesar de su trasfondo deshumanizado, 'Free Guy' se presenta como una película suave, brillante y llena de romanticismo. Su elenco comprometido aporta una energía positiva que realza la historia.

Ni siquiera el asombroso diseño y los efectos visuales logran eclipsar el núcleo de una mezcla optimista de drama y comedia romántica.

Entretenida y brillante, la película juega con el lenguaje visual de los videojuegos de manera efectiva. Los actores, en especial Reynolds, se entregan por completo a sus personajes, lo que añade un gran valor a la experiencia.

Divertido, con buenos efectos especiales, un guion bien estructurado alrededor de la idea de la inteligencia artificial, con lecturas que no se quedan solo en el enfrentamiento entre protagonistas y antagonistas, sino que invitan a la reflexión.