Críticas Interstellar (2014)

Un slalom a través de los estimulantes agujeros espacio-temporales de la gran imaginación de Christopher Nolan, que es a la vez el sueño febril de un friki de la ciencia y la formidable reflexión sobre lo que nos hace humanos.

Un gran éxito doble, repleto de inteligencia y sentimentalismo como nunca se ha visto. No es perfecta pero resulta completamente satisfactoria. Es la película más redonda de Nolan hasta la fecha.

Puede representar una apoteosis en todos los aspectos, ya que ilustra lo mejor y lo peor de Nolan como director y guionista.

Una aventura cósmica bella y audaz, con un toque surrealista y onírico.

La épica de ciencia ficción de Christopher Nolan plantea grandes preguntas y las responde de manera bella y emocionante.

'Interstellar' lanza un ataque a dos frentes, nuestras emociones y nuestro intelecto. Combina ideas complejas sobre la gravedad, la materia y el tiempo con un melodrama familiar hiper-cargado y chapado a la antigua.

Estridente, prepotente, enredada entre sus tramas y saturada de teoría, la primera película post-Batman del director avanza como un cohete hacia el entretenimiento gracias a la tenaz determinación de Nolan.

La aventura está bien contada, no fatiga a pesar de sus tres horas de metraje. No me provoca ni frío ni calor. Siento respeto por esta película, pero no amor.

Nolan parece un prosista esforzándose por encontrar el alma a través de las matemáticas, intentando establecer fórmulas exactas para describir la mecánica (cuántica) del corazón. Es una colosal parábola sobre nuestra relación con el infinito.

Entre la ciencia ficción, el new age, y la acción, el filme se presenta como un caldo espeso que invita a la reflexión. Aunque puede ser necesario sumergirse en su complejidad, su propuesta puede no ser del agrado de todos.

Confusa en sus secuencias de acción, 'Interestelar' no es la gran ópera espacial que los fanboys esperaban, sino una demostración elocuente de los puntos débiles de Christopher Nolan como cineasta.

Una odisea futurista con altibajos; hay momentos épicos, pero también hay otros que resultan desesperantes e innecesarios, todo bajo una teoría poco comprensible para el público en general.

Esta es una película que se adentra en los sentimientos del espectador, que estremece, enternece, aparte de asombrar con la parafernalia respectiva.

Impacta, por momentos, pero no mueve un pelo.

Un director como Christopher Nolan no podía abordar una historia sobre la salvación de la humanidad mediante un éxodo cósmico sin potenciar al máximo nivel todo elemento dramático, técnico o metafísico.