Críticas Jobs (2013)

El casting de Ashton Kutcher es el único aspecto arriesgado de 'Jobs', la cual narra los inicios de la carrera de Steve Jobs. Aunque es una historia suave y razonablemente atractiva, carece de revelaciones impactantes.

Esto está lejos de ser la bomba que algunos habían previsto, pero tampoco tiene la iluminación de personajes que uno desearía.

La película está constantemente batallando en un intento de proporcionar un retrato honesto

Hubo un tiempo en que la narración superficial y los personajes estereotipados podían justificarse bajo el argumento de parecer un biopic para la televisión. Sin embargo, incluso las producciones televisivas actuales cuentan con más energía que esta película.

Nadie habla en esta película; todos se limitan a intercambiar discursos y repetir eslóganes hasta el agotamiento.

Si buscas la verdadera historia, deberías leer la fascinante biografía de Walter Isaacson, la cual ofrecería una narrativa cinematográfica mucho más atractiva que la que se presenta aquí.

Parece invertir muy poca energía en abordar su objeto de estudio como un problema. El desenlace de la película termina adoptando los matices de un insultante vídeo motivacional corporativo.

Fracasa por completo a la hora de abordar los vínculos entre lo personal, lo creativo y lo empresarial. Aunque «jOBS» intenta revelar el lado hostil de su biografiado, la película se siente más como un extenso anuncio que celebra las virtudes de Apple.

Esta manzana tiene más piel que corazón y un espectador normal puede sufrir de indiferencia.

'Jobs' se mueve entre las películas que retratan vidas ejemplares y el tono vengativo del primer 'El padrino'. Sin embargo, su falta de profundidad convierte la narrativa en una serie de postales y momentos, ya sean hagiográficos o críticos, sin lograr una clara definición.

Ashton Kutcher salva un biopic con aire de 'telefilme'.

'jOBS' se quedó a la mitad del camino en todo: en la recreación de un personaje de enorme riqueza biográfica; en el guión que no profundiza; en el ritmo que cae en lagunas que llevan a perder el interés ocasionalmente; y sobre todo, en el propio actor.

Al final, la película se siente vacía y sin gracia, como un relato carente de moraleja.

La personificación, más que la interpretación, de Kutcher, es admirable.

Ashton Kutcher, que está excepcional, retrata a Mr. Jobs no como un extraño, sino como una amalgama de genio individualista, un Mesías poco tolerante, un maquinador visceral, un motivador por naturaleza y un Moisés vestido con jeans y zapatillas.

Filmada de manera convencional, la película se presenta sin sorpresas y ofrece información sobre el personaje a través de secuencias que son casi como destellos básicos y poco explicativos.

Este retrato irregular del genio de la tecnología deja más preguntas que respuestas.

Para nada una cinta genial considerando a su genial objeto de estudio, por lo menos Ashton Kutcher altera su figura y deja de lado sus tics cómicos para encarnar los claroscuros de un genio moderno.

Una biopic tan correcta como poco audaz sobre un genio de la innovación y el diseño.

Mirada complaciente. La realización no proviene de la factoría del Tío Walt, pero se parece a los productos cinematográficos con actores allí fabricados.