Críticas ¡Shazam! La furia de los dioses (2023)

'Shazam! Fury of the Gods' intenta capturar la misma magia que tuvimos anteriormente, pero le cuesta lograrlo. Esta secuela apela a nuestro niño interno, un aspecto que todos deseamos mantener a lo largo de nuestras vidas.

Aunque no brinda la misma emoción que la primera entrega, mantiene su humor, dulzura y personajes entrañables, destacando en un género que frecuentemente se ve dominado por la oscuridad y la dureza.

La historia original fue un éxito, pero la secuela se ve lastrada por un héroe menos vivaz y unos villanos sosos.

Más grande, más peculiar y casi más divertida que la primera, es muy entretenida a pesar de alguna trama cansina. Además, ¿quién no quiere ver a Helen Mirren como una diosa griega todopoderosa?

Es excesivamente irritante, pesada y molesta, y eso se debe en gran parte a la interpretación totalmente confusa de Zachary Levi como Shazam.

Una secuela vibrante que, si bien resulta entretenida, no logra salirse del típico formato de las películas de superhéroes.

Una película de superhéroes donde el verdadero conflicto radica en el propio héroe. Tanto Shazam como la franquicia cinematográfica enfrentan dificultades para sacar a relucir su auténtico potencial.

Tiene sus defectos, pero sabe qué tipo de película quiere ser: una seria comedia de superhéroes que entretiene y toca la fibra sensible. Y lo consigue.

Otra mezcla de píxeles y sandeces que provoca arcadas.

En Filadelfia, los residentes parecen indiferentes a la invasión de diosas malvadas que desean desatar monstruos para causar destrucción. Esto plantea la pregunta: ¿por qué deberíamos preocuparnos nosotros por su situación?

Es una secuela que mejora la ya impresionante historia de origen. Espero que haya una tercera.

La película combina toques de emoción y humor audaz. Sin embargo, la irreverencia de los personajes más jóvenes se vuelve algo forzada cuando Shazam busca igualar la fuerza de sus colegas que combaten el crimen.

Creo que no volveremos a oír a Billy gritar '¡Shazam!'

Nunca deja de ser dinámica ni graciosa, lo que convierte al protagonista en un héroe mucho más divertido que otros de sus colegas más famosos.

La película intenta abarcar múltiples aspectos, pero no se adentra en ninguno de ellos. Resulta ser en ocasiones una réplica efectiva, aunque en otros momentos se siente predecible y común.

Un pastiche que entretiene solo de a ratos. El resto del tiempo aparece el desconcierto y la sensación de que nada de lo que se está viendo tiene demasiado sentido.

Una película que, como suele pasar, intenta abarcar demasiados géneros y acaba no logrando destacar en ninguno.

Lo interesante es que lo que vemos en pantalla respeta mucho del humor, la ternura y el elemento ostensiblemente “cuento de hadas” de la historieta original.

La película ofrece una aventura con metas claras. Aunque empieza a mostrar cierta falta de originalidad, tiene suficiente identidad y corazón para mantener al espectador entretenido.

La gran fortaleza del guion radica en su autoconsciencia sobre los errores y las fallas lógicas de la historia, además de cómo se abordan con un humor ingenuo.