Críticas Sin amor (Loveless) (2017)

Quizás su obra más destacada y sombría hasta ahora, elaborada con maestría visual y una intensa inteligencia, y posiblemente la más convincente.

Un thriller inquietante de intensidad hipnótica y misteriosa. Zvyagintsev ha creado otra obra maestra.

Es una película que suele estar presente en festivales y recibe buenas recomendaciones de los críticos. Aunque estas características son valiosas, no aseguran que conecte con el público en general.

La película exhibe una elegancia visual notable, lo que invita a reflexionar sobre la razón de utilizar tanto talento y recursos técnicos para transmitir un mensaje que resulta paternalista y vacío.

Quirúrgica, siniestra, siempre a punto de estallar, la cámara del ruso Zvyagintsev lleva al límite el proceso de deshumanización de un país imposible.

La solemnidad puede confundirse con rigor y el nihilismo con claridad; si el jurado acepta esas características sin cuestionarlas, 'Loveless' se presenta como una obra pretenciosa y vacía.

Estamos ante una de las obras menos exitosas de Zvyagintsev, marcada por su dureza y una clara carga emocional. Su estilo, aunque inconfundible, puede resultar abrumador en esta ocasión.

Zvyagintsev profundiza en el tema, mostrando que los problemas familiares son solo un reflejo de una sociedad que carece de perspectiva.

Una de las opciones más atractivas para quienes disfrutan del cine con un trasfondo inteligente y una potente fuerza visual. Esta película logra provocar y confrontar al espectador sin caer en excentricidades, efectismos o excesivas demostraciones de estilo.

Una cátedra de autocrítica. Si las películas pueden contener la vida actual de un país, la obra de Zvyagintsev es ese tour guiado por los síntomas morales, políticos y sociales que lo definen.