Críticas Kung Fu Panda 4 (2024)

Un paso atrás con respecto a la última película en términos de ambición, esta continúa, sin embargo, con el humor alegre y amable de la saga. No hay de qué quejarse.

Una entrega previsible pero agradable, 'Kung Fu Panda 4' busca renovar la franquicia. Sin embargo, resulta ser más de lo mismo, lo cual no es necesariamente negativo.

Po está a punto de jubilarse, lo que quizá no sea mala idea, dada la falta de sorpresas y de buenos chistes.

Mayormente divertida, aunque su trama ligera como una pluma hace que las películas originales parezcan épicas en comparación

'Kung Fu Panda 4' es una pasada, especialmente en lo que se refiere a sus secuencias de acción.

Jack Black mantiene la dinámica de puños y risas en una secuela que se centra más en la acción que en los sentimientos.

Una secuela mediocre que es tan colorida y enérgica como sus predecesoras, pero que carece de la dulce vitalidad que una vez hizo tan divertida a esta franquicia.

'Kung Fu Panda 4' parece bastante poco original en comparación con las dos primeras películas. Entretendrá a los niños e impulsará otra secuela.

La película de DreamWorks Animation no tiene el mismo impacto que sus predecesoras.

Aunque resulta bastante entretenida, parece insinuar que lo más sensato sería permitir que el peludo se retirara a un apacible bosque de bambú en lugar de iniciar otra aventura predecible.

Sin Angelina Jolie, es hora de que esta franquicia termine. Las películas anteriores eran dulces, divertidas y amenas, pero esta nueva entrega parece desesperada al intentar sacar el último aliento de sus cansados personajes.

No está a la altura de sus predecesoras.

Se deja ver con agrado, no abusa de lo de verse obligado a meter un gag cada tres segundos, se ríe de la inquisitorial corrección política y regala al público no infantil un toque cinéfilo inusitadamente estimulante.

El giro de la trama en el desenlace resulta algo predecible, y es cierto que varios de los gags más efectivos ya se mostraron en el tráiler.

Es sólo otra aventura más de Po, un tanto repetitiva pero aún con cierta simpatía y capaz de cumplir con lo mínimo, que es entretener. Y bueno, para nada se ve que la saga esté por terminar.

Tenía todo para convertirse en ganadora, pero termina convirtiéndose en una secuela innecesaria.