Críticas La vida de Pi (2012)

La película te invita a creer en toda clase de cosas maravillosas, pero también puede provocar que dudes de lo que ves con tus propios ojos, e incluso que te cuestiones si, al final, realmente has visto algo.

Excelente, conmovedora, arriesgadísima y un tanto marciana. Filme bellísimo que posee el 3D más diáfano y sobresaliente visto durante unos años sobredimensionados.

Salpicada de instantes que ensanchan retinas y descuelgan mandíbulas, hito de la imagen como conexión con lo maravilloso y lo imaginario, estamos ante una obra que nos reaviva la fe en cierto tipo de experiencia fílmica.

Lee demuestra su colmillo para manejar los efectos especiales y la 3D para enmarcar una historia sin que los recursos técnicos superen el relato, sino que lo enfaticen.

La nueva película del director Ang Lee ofrece un festín visual y un recorrido sensorial, acompañado de reflexiones comunes del cine de Hollywood que se expresan de manera abierta.

Lo poco verosímil no molesta; la magia y la fuerza de un sobreviviente que, con obstinación y fe, enfrenta la adversidad, continúan captando la atención del espectador. Está narrada de manera excelente, con un ritmo en perfecto equilibrio.

Más allá de su sesgo alegórico y espiritual, se trata de una película capaz de convencer incluso a los más escépticos y prejuiciosos.

El gran don de Ang Lee es saber usar todas las herramientas tecnológicas para llenar la pantalla de imágenes místicas, terroríficas y maravillosas.