Críticas Deadpool 2 (2018)

Aunque 'Deadpool 2' no resulta tan impactante como su antecesora, ofrece la misma dosis de diversión. La película está repleta de acción, pero 'Deadpool 2' logra mantener el control y no se deja llevar únicamente por ella.

Esta secuela es mejor que su predecesora de 2016, siendo más aguda, más vulgar, más coherente en su narrativa y en general, más divertida. Además, incluye algunas nuevas incorporaciones que son muy bienvenidas.

Hay algo deshonesto en este personaje, algo falso sobre las fronteras que rodean su sadismo y su ira. 'Deadpool 2' ofrece vulgaridades y transgresión, pero en realidad no toma riesgos creativos.

Tediosa y predecible. Hemos alcanzado un punto de saturación con los superhéroes y 'Deadpool 2' no es una sátira de esto, sino un síntoma.

Superespectáculo de superhéroes siempre con la perfección del espectáculo capaz de provocar asombro. Lo mejor es que toda la película y, en especial, el guion de Rhett Reese, constituyen pura comedia.

Aunque con menor impacto que la película original, esta secuela ofrece citas, referencias y humor negro suficientes para satisfacer a los amantes de la incorrección política.

Es más salvaje, divertida y original que su predecesora y además contiene una escena post créditos antológica.

'Deadpool 2' busca ser subversiva al mismo tiempo que intenta conectar con las desventuras del protagonista. El resultado es una película que a menudo se siente trivial, aunque cuenta con algunas cualidades estéticas.

Es un antídoto, burlesco y sumamente divertido, contra la saturación del género. Lo mejor: preserva el cinismo intenso de la primera cinta. Todo un logro.

La película presenta un segundo acto sumamente divertido, que captura a la perfección el estilo de 'Deadpool', junto con una dirección de la acción que justifica el precio del boleto.

La historia no es muy original que digamos, pero la ejecución resulta impecable, con un ritmo sin tregua y amplio catálogo de humor para dejar contentas a todas las facciones posibles del espectador actual.

La producción es mucho más vistosa que la de la película anterior, pero los realizadores se las arreglaron para no perder la dimensión, si se puede decir humana, traviesa, que funcionó tan bien en la primera.

Deadpool 2 no es mejor que la primera entrega, pero presenta una nueva faceta de Wade Wilson que se agradece. Zazie Beetz y Josh Brolin destacan como Domino y Cable, respectivamente, aportando un excelente equilibrio a la dinámica con el mercenario.