Críticas La cabaña en el bosque (2011)

Desde Scream, ninguna otra película de terror ha subvertido las expectativas que acompañan al género con un efecto tan perverso como 'The Cabin in the Woods'.

Whedon y Goddard colocan su pastel en el horno y posteriormente disfrutan de su creación.

A menudo hay una lucha entre la innovación y el tradicionalismo del género. A pesar del evidente ingenio y del trabajo enérgico, 'La cabaña en el bosque' no logra destacar.

Juguete rubikiano sobre el género terrorífico. Una película ideal para los fans del tipo de cine que fundamenta la mitología de Sitges, un homenaje de dos connoisseurs socarrones que ofrece un análisis profundo del lenguaje del susto cinematográfico.

Un sofisticado juguete posmoderno donde prima el sentido del espectáculo y una transparente voluntad lúdica.

Original, divertido, intrigante y excepcional producto. Es la nueva 'Scream' del siglo XXI. Hagan como si no hubieran oído hablar de ella y entréguense a esta experiencia de terror en estado puro.

Explosiva combinación de terror juvenil que sorprende y deja una impresión inesperada.

Clásica y moderna, sólida y ambiciosa a la vez, la película -sin ser la obra maestra que muchos cinéfilos se empeñan en sostener- regala unas cuantas escenas inspiradas y no pocas sorpresas.

Estamos ante un ingenioso juego referencial del debutante Drew Goddard. Su opera prima revela que conoce sus fuentes y sabe jugar con ellas.

Al fin, este río trae más ruido que piedras. 'La cabaña del terror' es oscura, nocturna, sangrienta y escabrosa, y comparte la estética de sus congéneres. Solo tiene algún interés en el debate sobre la narratividad, pero esto es algo que únicamente puede seducir a unos cuantos espíritus interesados.

Su particular humor evoca a directores como Álex de la Iglesia, quienes logran un equilibrio perfecto en el desbordamiento. Como era de esperar, resulta ser una película más disfrutable para los aficionados al cine de terror.

La mejor película del 2013 fue este film de terror que es una vuelta de tuerca a los lugares comunes del terror. Y una reflexión sobre el cine.

Fluye, es liviana como una pluma y resulta tan liberadora como angustiante. En definitiva, el mejor comienzo para la temporada 2013.

No es la película revelación que cambiará el rumbo del género, pero se agradece la novedad y el ingenio, elementos que ciertamente aquí juegan a favor del espectáculo.

No respeta ninguna lógica, pero son justamente sus repentinos cambios de rumbo los que mantienen interesados y entretenidos a los fans del género.