Críticas Nosferatu (2024)

Un espeluznante remake que corona a un nuevo Rey del Terror. Skarsgård, con su profundo e inquietante acento de los Cárpatos, se presenta como un personaje terriblemente aterrador y sorprendentemente seductor.

Con secuencias aterradoras y actuaciones exageradas, esta obra maestra de terror gótico te transporta a la inquietante campiña alemana de 1838.

Una obra maestra visual, tenebrosa y deslumbrante, es la mejor película de terror del año y sin duda una de las mejores de 2024.

La película es aterradora y francamente inquietante. Es una obra maestra.

Eggers presenta una obra de gran belleza visual y una atmósfera inquietante, culminando en un impactante plano final. Sin embargo, aunque intenta ofrecer una nueva interpretación de una de las narrativas más relevantes de los últimos tiempos, resulta sentirse vacía.

Con sus imágenes impactantes, su atmósfera penetrante y su incesante sensación de terror, 'Nosferatu' deja una impresión difícil de borrar.

Una experiencia críptica, bella e inquietante: transportadora en estado puro. Técnica y logísticamente, se trata de un logro impresionante.

Esta sublime y severa nueva versión de la historia de un chupasangre que causa estragos impíos es menos una composición coral, que una taciturna pieza de música de cámara.

Una sinfonía gótica de sangre y sexo que se regodea en su palpable e inquietante sensación de terror.

De todas las películas que he visto este año, esta es la que más potencial tiene para convertirse en un clásico.

Eggers recrea la película original con una fidelidad notable. Su atención al detalle, la forma magistral en que maneja el ambiente inquietante y un sorprendente sentido del humor son dignos de admiración.

Magnífica. Una película electrizante, repulsiva y bella al mismo tiempo, con una atmósfera malsana y una poesía lúgubre.

'Nosferatu' de 2024 es una versión justa. Eggers elabora su interpretación dentro de una robusta industria cinematográfica, sin embargo, logra captar la esencia de la obra que se arriesgó a adaptar.

La película presenta una estética sombría que refleja la habilidad de Eggers como director para capturar épocas pasadas con imágenes de gran intensidad. No obstante, su obra carece de la inspiración necesaria para elevarla a otro nivel.

La amenaza del demonio se destaca en la pantalla y atrapa al espectador desde el inicio. Con un enfoque que fusiona lo gótico y expresionista, su estilo inmersivo e hiperrealista la convierte en una de las películas más impactantes del año.