Críticas Scream VI (2023)

Definitivamente, ofrece exactamente lo que los fans esperan, que es más de lo mismo. Hay que reconocer que parece perfectamente satisfecha burlándose de sí misma.

Nueva ciudad, nuevo asesino, la misma historia de siempre. Lo que antes resultaba refrescante ahora se siente cansado por la repetición constante.

Con el acelerador a fondo en lo que respecta a los crímenes desagradables, es una mejora general de la última entrega. Aún así lucha por explorar nuevos e inteligentes terrenos.

Un thriller bastante bueno. Es un tramposo juego homicida que es inteligente de todas las maneras correctas, rodado y fotografiado con más fuerza que la entrega anterior.

Una de las mejores y más impactantes secuelas de la franquicia.

Como dice Gale, Sydney se merece un final feliz. Y créeme, no se pierde gran cosa por saltarse esta película. Quizá quieras hacer lo mismo.

Esta entrega de la franquicia sigue la fórmula habitual, aunque presenta una o dos sorpresas interesantes.

Los fans se divertirán con esta entrega, ya que es notablemente más interesante y ambiciosa que su predecesora.

La franquicia del asesino vuelve a triunfar y sigue abriéndose camino con gran éxito

Mi animadversión hacia las películas de 'Scream' sigue siendo firme; gustará a los Screamies pero el resto se la puede saltar

Esta última entrega de la saga de Ghostface demuestra que su premisa sigue siendo viable, aunque hay que admitir que empieza a quedarse estancada.

'Scream VI' triunfa o fracasa basándose puramente en sus asesinatos o en sus críticas, pero sobre todo destaca en la fuerza de su elenco central

En resumen, está todo cuidadosamente planeado, con un toque de gracia y atractivo visual que seguramente deleitará a los fanáticos de este género cinematográfico. Para los demás, será mejor buscar alternativas.

Los creadores logran captar la atención al recordar lo sucedido en las cinco películas anteriores, construyen momentos de suspenso inquietante, como dentro del subte lleno de gente, y consiguen escenas de acción extremadamente dinámicas.

De manera inevitable, las típicas referencias de la saga se miran cada vez más en el espejo. Sin llegar a estropear del todo el resultado, el mayor error es abandonar el tono caricaturesco.

Matt Bettinelli-Olpin y Tyller Gillet amplían el universo de Scream, manteniendo la esencia del legado de Craven y la aprobación del guionista Kevin Williamson. Es una digna sucesora que logra ser brutal y terrorífica hasta el final.

Mantiene ciertos logros, pero también reitera algunas fórmulas en una combinación entre renovación y homenaje al espíritu original de la franquicia.

La sexta entrega de la saga de Wes Craven revela evidentes señales de agotamiento y saturación.