Críticas Argentina, 1985 (2022)

No reinventa ninguna fórmula del género, pero es emocionante en las partes adecuadas. También es un testimonio de la calidad y el atractivo de Darín como estrella.

Su alcance es amplio, sus complejidades legales están bien explicadas, pero 'Argentina, 1985' es conducida de una escena a otra por Darín en lo que es, sin duda, la mejor actuación de su carrera hasta el momento

Transmite la enormidad del juicio como elemento central de la película y Darín convence con su retrato en todo momento.

Aparte de los conmovedores testimonios de las víctimas supervivientes, la fuerza de la película proviene de la desesperada necesidad de justicia y de impedir que esta lacra autoritaria y terrorista vuelva a arraigar.

'Argentina, 1985' es una película que no tiene desperdicio. Mitre logra equilibrar la naturaleza del género evitando la sensiblería, incorporando un humor irónico que añade profundidad a la narrativa.

Contada con gracia y notable desenvoltura, es una historia de gran coraje que honra a los disidentes y a los valientes hombres y mujeres que los vengaron.

No teme ser lo que es: una película política que apela a la emoción del espectador a través de un personaje que lo acapara casi todo y que solo un actor con la estrella de Ricardo Darín puede llevar a buen puerto.

Un relato con un acabado mainstream, pero que jamás pierde profundidad, inteligencia ni filo. Un film generoso que, mientras se disfruta en sus múltiples facetas y aristas, plantea valiosos y necesarios debates.

El director de 'Argentina, 1985' quería honrar la democracia con una película apasionante. Eso logró.

Con algo de humor, mucha pasión, una cuidadosa dirección de arte y muy buenas actuaciones, el director Santiago Mitre, autor de las estupendas cintas Paulina y La cordillera, logra un trabajo efectivo e inteligente.