Críticas Los muertos no mueren (2019)

Ofrece algunas escenas encantadoras que nos sacarán una sonrisa, además de un contexto político que resulta bastante interesante. Sin embargo, el tono de la película no parece encajar del todo.

La típica película humorística sobre zombies. Siéntate y disfruta de la presencia de algunos de los actores más interesantes de la actualidad, pero no esperes más que soltar alguna que otra risilla.

Lacónica y lúgubre, la comedia negra de zombies de Jarmush no termina de funcionar pese a sus ingeniosos diálogos y las magníficas interpretaciones de su excelente reparto.

Su mensaje transciende independientemente de cómo lo logre. Hará las delicias de los aficionados acérrimos de Jarmusch.

Parece más un producto de un fin de semana ajetreado que una declaración seria. Aunque no es revolucionaria en lo que a zombis se refiere, sí que muestra cierto afecto por la fórmula.

Aunque en principio en la película de Jarmusch encajan todas sus singularidades, como la extrañeza, la morosidad y el choque de culturas, también peca de cierto abandono. Así, nada sorprende.

No aporta nada nuevo, aunque se percibe el toque sardónico del director. Es probable que Jarmusch se haya divertido mucho haciendo una película de zombis, pero esa alegría no logra contagiarme.

Derrocha estilo y gracia. Jarmusch se acerca al género desde una perspectiva de comedia lacónica, logrando imprimirle una notable finura y elegancia, incluso ternura. Además, incluye múltiples guiños autorreferenciales y metachistes que añaden un toque risueño.

El director vuelve a aplicar su personalísimo estilo sobre el cine de género, esta vez de zombies, demostrando más humor que ideas. Intrascendente y casi al nivel de una broma privada, el resultado final es realmente flojo.

Una obra 100% Jarmusch. Jarmusch logra trascender la noción del pastiche posmoderno a través de la dimensión política que presenta, haciendo de la coherencia estética e ideológica sus armas más contundentes.

Está concebida como una sátira que no pretende aleccionar. Es también una autoparodia del propio cine de Jarmusch, como si, en el fondo, también estuviera reflejando su decadencia y hartazgo.

Insólito cóctel con el que no resulta posible disfrutar si no se asume, de antemano, el humor personalísimo de su autor. Evidentemente, se trata de una obra menor en su filmografía, pero rezuma inteligencia y sana diversión.

Decepcionante, un film inerte, perezoso y carente de vida.

Divertida comedia de Jim Jarmusch que rinde homenaje y satiriza acerca de los cadáveres reanimados; está dirigida para aquellos que buscan humor inteligente.

La película tiene un buen ritmo, a pesar de sus numerosas incongruencias y algunas extravagancias que parecen diseñadas para complacer a los fans de Jarmusch.

Es un trabajo que su director no se tomó en serio y que simplemente hizo para divertirse con sus amigos, pero que es fiel a las ideas y obsesiones que hacen parte de toda su filmografía.

Satírica, paródica y deconstructiva, es una película muy pequeña dentro de la filmografía del director estadounidense. Lo más interesante es el subtexto apocalíptico.