Críticas Mad Max: Furia en la carretera (2015)

Un frenético y empalagoso cóctel visual que empacha las retinas y nubla el intelecto con su bruma terrosa y texturas oxidadas.

Mad Max regresa en plena forma. Este espectáculo de acción es salvajemente entretenido y supera en intensidad a cualquier otra película realizada por un director de 70 años.

Una reinvención brillantemente retorcida. Es una aventura de acción delirantemente extraña, un trepidante 'Grand Theft Auto' rediseñado por El Bosco.

Tom Hardy triunfa como Mel Gibson en el papel que da nombre a 'Mad Max: Fury Road', pero es Charlize Theron quien, sorprendentemente, se adueña de este espectacular y grandioso reboot.

Una desafiante y a veces delirante experiencia cinematográfica. La reinvención de la franquicia de Max es un triunfo que combina una imaginación desbordante, acción impresionante, humor peculiar y actuaciones destacadas en medio de un torbellino.

La persecución no se detiene en 'Mad Max: Fury Road', una poderosa película de acción que combina emoción, intensidad y un ritmo agotador.

Algunos disfrutarán enormemente del violento y vertiginoso universo, mientras que otros se sentirán abrumados por un esquema predecible que revela la falta de esfuerzo creativo por parte de los guionistas.

Intensidad, emoción y gran entretenimiento de género propulsada por un sentido del ritmo y un score extraordinarios.

George Miller ofrece un espectáculo sin tregua y visualmente deslumbrante. Al finalizar, te hierve la sangre y sientes que has presenciado GRAN CINE, en una impecable reformulación del cine del pasado.

Buena. Dos películas en una: la de acción a alto voltaje, y otra con una mirada sociológica y hasta espiritual.

Entre persecuciones, cacerías, vehículos y armas estrafalarias, toneladas de explosiones digitales y personajes raros, la saga recupera el espíritu de las dos originales, que puede verse como hipérbole trágico-feminista del clásico 'La diligencia'.

Miller demuestra que, a pesar del tiempo transcurrido, nadie le gana en extraer espectacularidad cinematográfica de ese choque entre la testosterona, el gusto por la destrucción, el octanaje, la violencia y el exceso.

Es cierto, esta vez se trata de un Mad Max menos misterioso y carismático, pero suficientemente salvaje y complejo, para sustentar sus andanzas, en este futuro distópico.

Esta 'Mad Max' es un sopapo para quienes creen que la buena acción se basa en el caos y la confusión. A pesar de su frenética velocidad, las secuencias son un verdadero deleite para el espectador, quien siempre tiene claro lo que está sucediendo.

Revive el placer de ver plasmada en pantalla una experiencia audiovisual pura, una que crea una realidad alternativa con la veracidad que tiene nuestros más vívidos sueños.

George Miller vuelve al universo apocalíptico que estableció hace 36 años, presentando una obra vibrante repleta de persecuciones asombrosas.

Tom Hardy es un efectivo Mad Max que no hace que se eche de menos a Mel Gibson, y la verdadera sorpresa es la imponente dama del camino interpretada por Charlize Theron.