Críticas Alien: Covenant (2017)

Hay mucho que apreciar en esta continuación de 'Prometheus', aunque poco que los fans de la serie no hayan visto antes.

'Alien: Covenant' es una repetición de la fórmula clásica, lo que resulta en un alivio para los seguidores de la saga, pero a la vez decepcionante para quienes esperaban una exploración de nuevos horizontes.

Del mismo modo que pasó con 'The Force Awakens' y la primera 'Star Wars', 'Covenant' consigue recrear con éxito la sensación que supuso ver 'Alien'.

Además de demostrar su dominio en la creación de tensión y emoción, Scott ha logrado un interesante híbrido entre 'Alien', 'Prometheus' e incluso 'Aliens' de James Cameron.

Se siente demasiado convencional. Está muy bien realizada, con fuerza y potentes interpretaciones de Waterston y Fassbender. Una recopilación de grandes éxitos de los momentos terroríficos de los otros films de la saga.

Una historia que ni siquiera es mala, rodada con tanta efectividad como ausencia de alma.

Película visualmente magnífica, que ocupa por completo los cinco sentidos del espectador mientras está frente a ella.

Estamos ante la entrega más esteticista y gótica de la historia del serial. Resulta más disfrutable cuanto más loca y excesiva se muestra.

Es puro terror viscoso, brotes de sangre en primer plano, criaturas mutantes y pánico total.

La nueva propuesta de Ridley Scott se siente más visceral que intelectual, más perturbadora que contemplativa, y juega de forma más activa con el espectador en lugar de buscar su complicidad intelectual.

La pequeña fracción de historia inédita o nueva que contiene este episodio es anticlimática porque no sucede en tiempo presente. Es contada en flashbacks o explicada en diálogos que vacían la trama de tensión.

Pocos directores actuales logran transformar la coreografía de la muerte y la destrucción en un espectáculo de gran belleza.

Lo que le sobra a 'Covenant' es el propio alien. Hasta Scott parece poco interesado en él, mostrándolo al aire libre como si ya no creyera en el poder que tiene para asombrar. Tiene poco o nada que ver con esa obra maestra de 1979.

Hay un regreso a la narrativa, dinámica, suspenso y tensión del filme original.

Sí. Ya sabes cómo saca al conejo el mago de su sombrero. Pero todavía te asombra ver que el conejo está vivo.

La película aglutina, funciona como eslabón, como plantada de bandera para el veterano Scott, y como ejemplo a la hora de ofrecer acción, suspenso, tensión, dolor, oscuridad y hasta algunas dosis mínimas de calidez y humor.

Que no hay nada nuevo bajo los soles del universo a la hora de volver sobre 'Alien' puede ser tan cierto como engañoso. Pero, desde luego, lo que prima es la acción, la sangre, el suspenso, la violencia, el terror.

El regreso de Ridley Scott a la saga Alien es impactante. Su enfoque inicial ofrece una nueva perspectiva, al integrar numerosos elementos del relato religioso.

Sin mirada, sin personalidad y sin estética, esta película se ubica fácilmente entre lo más absurdo y sobrevalorado del año.

En el fondo subyace la ambición testamentaria de un viejo director que no se conforma con dejar una criatura extraterrestre, sino que quiere legar una génesis y una mitología. Alguien podría decir: es como mucho. Ese es justamente el cine de Ridley Scott.

La potencia de las imágenes, la hondura temática del universo creado y las apariciones fulgurantes de un horror inesperado hacen de 'Alien: Covenant' una experiencia fascinante que hace esperar un nuevo capítulo de la saga.

Puede aspirar fácilmente a un segundo puesto en cuanto a fascinación y sentido de la maravilla, pero el primer puesto sigue en manos de la película de 1979.

Si en 'Prometeo' se presentó un primer vistazo a reflexiones sobre la inmortalidad y la creciente fusión entre lo humano y la maquinaria, aquí se profundiza aún más en estos temas, acercándose, aunque sea de manera ligera, a una reflexión de estilo "kubrickiano".

Película con tantos sustos como altibajos narrativos

El aire ominoso de sus mejores películas aquí se siente prefabricado y un tanto mecánico. Sin embargo, la bestia permanece hermosa y aterradora. Un gran ícono, a veces, puede rescatar una obra.

No es una película disruptiva, innovadora ni mucho menos revolucionaria. Se trata de un film sólido que ofrece más posibilidades de disfrute y sustos, claro, que de resignación.

Palimpsesto o indisimulado plagio no son necesariamente obstáculos para 'Alien: Covenant'; su defecto más notable es que resulta terriblemente aburrida.