Críticas Ellas hablan (2022)

Una exploración gratificante que aborda no sólo la situación de los personajes sino las preguntas existenciales que enfrenta cualquier mujer contemporánea que navega en escenarios patriarcales.

La urgencia principal de su indagación resulta reconfortantemente directa, incluso radical. Esperemos que la película suscite una reflexión, un debate intenso y necesario, en aquellos que decidan verla

Polley consigue un ritmo hipnotizante entre las mujeres, que atacan la desesperación con humor descarado y la incertidumbre, con astuta deliberación.

La conversación, aunque un tanto abstracta, carece de urgencia y especificidad. Sin embargo, la obra de Polley está plena de seriedad moral y un fuerte deseo de confrontar el dolor.

Después de una década alejada de las cámaras, Polley vuelve con una reflexión impactante y contundente sobre los derechos de la mujer, que probablemente sea su mejor obra hasta la fecha.

Un didáctico pero conmovedor drama

Las sobrias interpretaciones de Ivey y McCarthy aportan a la película una hermosa sabiduría; se expresan muchas cosas, pero cuando ellas hablan, uno se queda en silencio y escucha.

La película se atasca a veces en sus subrayados y aunque el rabioso silencio del personaje de Frances McDormand sobrecoge, se echa en falta más recorrido para su reprimida voz. Con todo, Sarah Polley es valiente.

La película expone su alegato, argumenta con sensatez y pasión, muestra heridas y dudas y se ubica razonablemente en el lado bueno del mundo. Película interesante.

En el aspecto teórico, “Ellas hablan” es impecable; sin embargo, el inconveniente radica en su ejecución, que recuerda a una antigua película de tesis, donde cada personaje simboliza algo específico y la información se expresa de manera excesivamente enfatizada.

Una película que, a pesar de ser un diálogo intenso constante, no te suelta ni un segundo.

Despierta más interés en el terreno sociopolítico que en el estrictamente cinematográfico.

Hay un aspecto que realmente impacta y se entiende – más que nada – si se es mujer. Hay gestos, miradas, sutilezas hasta en la respiración que te permiten entender todo un segundo plano de conversación.

La adaptación de la novela de Miriam Toews, dirigida por una talentosa directora y con un elenco excepcional, logra transmitir mensajes significativos.