Críticas Elvis (2022)

Aunque sufre del clásico problema de Luhrmann, donde el estilo eclipsa el contenido, las secuencias de conciertos muestran claramente por qué Presley sigue siendo una figura musical tan reverenciada.

La impresionante interpretación de Austin Butler, el fastuoso diseño de producción y el montaje de tipo cómico dan lugar a una película cercana al propio Elvis.

Los ritmos de esta película biográfica le resultarán bastante familiares, pero Baz Luhrmann, al igual que Elvis, sabe cómo montar un gran espectáculo.

Baz Luhrmann llena de forma brillante nuestros sentidos con imágenes y sonidos fascinantes. Es una celebración de un artista que dejó una huella enorme y duradera en nuestra cultura.

Es sorprendente que Baz Luhrmann haya optado por realizar una película que se asemeja a un pasodoble en homenaje al rey del rock. La obra se siente repetitiva en su excesiva espectacularidad, dejando poco espacio para la reflexión.

Brilla, sin ninguna duda, Austin Butler, con un gran concierto de brillo y decadencia fastuosa. Luhrmann y Elvis son una pareja perfecta en esta producción.

Un delirio estomagante: la combinación de Luhrmann y Graceland resulta excesiva. Sin embargo, lo más negativo no es su extravagancia predecible ni su estética, sino cómo retrata la vida del músico como la de un superhéroe de cómic.

Frenética y absorbente, esta película se presenta como una obra casi inabarcable tanto en lo visual como en lo narrativo, donde el cineasta demuestra que estamos ante su trabajo más trascendental.

Más allá de lo un tanto hueca y atolondrada que es al principio, termina ofreciendo suficiente material rico para que un espectador que (...) se interese por escuchar y conocer más de su obra.

No hay en 'Elvis' ningún instante de intimidad, austeridad, relajación o felicidad. Luhrmann opta por los grandes éxitos y los momentos épicos de su vida, por lo que siempre estamos ante el mito y no ante un hombre de carne y hueso.

El director de 'El gran Gatsby' consigue que su estilo afectado le haga honor a la figura del legendario cantante, yendo de un extremo al otro de su vida.

Volvió el Baz Luhrmann de 'Romeo + Julieta' y, sobre todo, el de 'Moulin Rouge'. La aplanadora pop se presenta en su máxima expresión, abarcando todo lo que el término “pop” puede implicar, y lo hace para contar la historia de la primera gran aplanadora pop.

La película pierde credibilidad al retratar el deterioro físico del personaje y sus excesos. Además, no logra escapar al estilo característico de Luhrmann, quien, una vez más, ofrece un constante bombardeo visual a lo largo de la trama.

La película es una grandiosa y entretenida ficción, tan evasiva e impactante que afortunadamente evita cualquier atisbo de realidad. Esto es lo de menos; estamos ante el abrumador espectáculo del mundo del entretenimiento.

La tragedia de Elvis Presley está contada con el estilo particular de Baz Luhrmann y el resultado es un grandioso homenaje al Rey del Rock.

El sentido de espectáculo que recorre de inicio a fin 'Elvis', [termina] haciendo de la película un imperdible para los fanáticos del icónico intérprete, como para los seguidores de la singular visión fílmica de su realizador.