Críticas Rogue One: Una historia de Star Wars (2016)

A pesar de presentar un universo lleno de posibilidades y numerosos momentos memorables, el spin-off de 'Star Wars' dirigido por Gareth Edwards se siente excesivamente forzado.

'Rogue One: A Star Wars Story' demuestra que el universo 'Star Wars' puede ofrecer auténtico entretenimiento para adultos sin sacrificar su característica energía frenética.

Lo que los aficionados disfrutarán es una abundante acción, efectos visuales espectaculares, momentos humorísticos acertados y escenarios impresionantes, junto con misteriosos primeros atisbos del Imperio Galáctico en su fase de debilitamiento.

Incluso una 'Star Wars' decepcionante se mantiene como una entrega bastante aceptable, sin embargo, 'Rogue One' pierde la oportunidad de transformar lo conocido en algo verdaderamente memorable.

Una precuela tibia, aunque bastante competente. Sin embargo, busca tanto convertirse en una obra maestra épica, con discursos grandilocuentes y una banda sonora orquestal excesivamente pomposa, que termina por convertirse en una parodia ridícula de sí misma.

Un entretenimiento rápido y rítmico que, anticipando los canónicos acontecimientos de 'A New Hope', maneja la difícil hazaña de aparentar desviarse casualmente y a la vez resultar enormemente consecuente.

Buena, bien contada y muy entretenida.

'Rogue One' no regresa a los icónicos logros de la saga para atraer a la audiencia. Carece de ecos y réplicas de momentos familiares; Edwards parece estar motivado no por la nostalgia, sino por un enfoque innovador.

'Rogue One' comprende perfectamente la historia que está narrando y las coordenadas en las que se sitúa. Asume riesgos, y esa es la mejor decisión que podría haber tomado la factoría de Star Wars.

Gareth Edwards dirige con buen pulso un metraje en el que abunda la intriga, la aventura, la acción y los momentos de humor y drama. Cine clásico de género, hecho y derecho.

Ante estas nuevas entradas del universo creado hace casi 40 años por George Lucas, se siente uno ante piezas de museo carísimas armadas competentemente, pero pertenecientes a otra época.

Las preguntas que 'Rogue One' plantea al espectador no son enigmas que debamos investigar; son omisiones que, en consecuencia, hacen que los personajes nos interesen poco. Por más elocuente que sea el desenlace de cada uno, el resultado final resulta insatisfactorio.

Cuando la empatía por los personajes surge, todo adquiere un nuevo significado y la aventura se intensifica.

La nueva precuela establece un diálogo directo con el film inicial mediante una trama bien elaborada. Es una película brillante.