Críticas Spencer (2021)

El trabajo fino y detallado de Stewart con el acento y los modismos es impecable. La cámara la adora, cuenta una historia triste que todos conocemos de una manera nueva y genuinamente perturbadora.

Obra maestra desvergonzadamente disfrutable, astutamente autoconsciente y muy 'camp'. Toda la gente adecuada va a odiarla. Es así de buena.

Una visión empática e inteligente de la prisión de la fama y el privilegio, con una Kristen Stewart que ofrece una interpretación principal frágil, tierna, a veces juguetona.

Colgando de una notable interpretación de Kristen Stewart, se presenta como un torrente de locura e ideas, algunas brillantes y otras bastante insensatas.

'Spencer' es otra destacada obra de Larraín, un verdadero maestro del cine contemporáneo. Su ilustre y variada trayectoria cinematográfica sigue en ascenso. Es una experiencia que no deberías perderte en la gran pantalla.

Aunque no logra provocar una conexión emocional profunda, es una respuesta audaz, compasiva y poética a las biografías cinematográficas comunes. Además, reafirma a Kristen Stewart como una de las actrices más fascinantes del momento.

Kristen Stewart ofrece una interpretación excepcional en 'Spencer', capturando la esencia del personaje de manera magistral. Desde la primera hasta la última escena, su actuación es hipnótica. Gracias a su brillante y agridulce interpretación, se puede sentir su vuelo emocional.

Stewart calibra su poder estelar para convertir a Diana en alguien cercano.

Pesada e innecesariamente larga, 'Spencer' explora a Diana como prisionera de la familia real de forma desgarradora y bellamente inquietante. La dirección de Larraín es precisa y hermosa.

Hay varias maneras de dramatizar la división entre lo público y lo privado de los famosos, y esta forma es especialmente adecuada para este director, esta actriz y esta película.

Una historia exquisitamente diseñada y bellamente fotografiada, que a menudo resulta inquietantemente surrealista. A pesar de los sofisticados toques visuales de Lorrain, 'Spencer' carece de sutileza.

Destaca sobre todo el malestar construido a fuego lento, cómo la caída de la princesa hacia el fondo arrastra consigo al espectador. Ante una vida tan extraordinaria, eso sí, la película se mantiene comedida.

Larraín vuelve a repetir la fórmula de 'Jackie', esta vez enfocándose en Diana Spencer. Kristen Stewart logra transmitir de manera efectiva la angustia del personaje.

Un cuento de terror engalanado con un interminable desfile de vestidos que se presenta como un perturbador ejercicio de estilo sobre la soledad y la antropofagia social.

Decepcionante y simplón biopic. Las metáforas se repiten constantemente, sin apenas sutileza. El filme carece de alma. Se esperaba más audacia y originalidad de un director como Larraín, en lugar de esta obviedad.

La misma receta que Pablo Larraín utilizó en 'Jackie' se aplica aquí a una Diana Spencer interpretada con muchos matices por Kristen Stewart, quien realmente ofrece una actuación destacada.

Kristen Stewart logra transmutarse y brilla por si sola para ofrecernos una interpretación tan natural como poderosamente melancólica.

La femidentidad reconquistada reclama entonces, con el mayor derecho y sutileza, la dimensión de una revuelta moral prolongada que va involucrando en su seno resonancias y sueños reverberantes.

Kristen Stewart realiza un notable esfuerzo al intentar emular y, al mismo tiempo, añadir una profunda dimensión emocional al icónico personaje que interpreta, en un drama psicológico que resulta claustrofóbico y, en ciertos momentos, aterrador.

El chileno Larrain tiene un gran talento para guiar a las actrices. Su habilidad para crear fantasías es notable, ofreciendo situaciones oníricas y simbologías que varían en calidad.