Críticas Dumbo (2019)

Es una muy buena película, con unos valores de producción notables, interpretaciones excelentes y un tercer acto que culmina por todo lo alto. 'Dumbo' se eleva lo suficiente como para merecer ser recomendada.

Tiene muchas cosas que dejarán absortos a los niños de hoy. Sin embargo, es otra película irregular, con personajes débiles, tanto humanos como animales, que no logran generar interés.

El 'Dumbo' de Burton no alcanza las cotas embriagadoras de la original, pero sus momentos más emocionantes demuestran un tipo de delirio que sólo él puede ofrecer.

Es demasiado agotadora para elevarse y se ve obstaculizada por una trama sobrecargada, una falta de enfoque y personajes poco desarrollados.

Una mezcla encantadora del esplendor típico de Disney y la extravagancia oscura de Burton. Fui a verla por su adorable elefante y me quedé por la gloriosa reunión de Keaton y DeVito.

Es tan mágica y asombrosa como los mejores trabajos de Burton, pero resulta frustrante debido a un toque impersonal que impide que alcance su máximo potencial.

Dumbo se presenta como una masa gris carente de personalidad y con unos ojos que carecen de vida, lo cual representa un gran problema. Sin embargo, a pesar de este inconveniente, la película en general resulta grandiosa.

Burton realiza un trabajo competente, aunque sin sorpresas. Se dedica a filmar de manera profesional un guion que no es suyo. Estoy seguro de que los niños la disfrutarán bastante, mientras que los adultos tendrán un rato aceptable, como es mi caso.

El director combina la esencia del cuento con sutiles variaciones que aportan espectacularidad y novedades a la trama, especialmente en un tercer acto repleto de ritmo, acción y el característico "efecto Burton".

La película es realmente destacable y muestra a un Burton en su mejor momento. 'Dumbo' constituye, al mismo tiempo, un homenaje al cine y una crítica feroz a la industria que lo envuelve.

Para reencontrarse con las emociones del Disney clásico sin pedir nada a cambio. Esta adaptación conserva la emotividad original y expande su narrativa, resultando en una película que se siente más como una secuela que un remake.

Las expectativas se cumplen a medias. La historia cuenta con un despliegue visual impresionante, pero en medio del artificio y la espectacularidad, resulta complicado involucrarse emocionalmente.

Burton se aleja de la oscuridad de la soledad y la sensación de ajenidad, enfocándose en un relato de aventuras más convencional, lo cual resulta positivo. Este cambio es un claro reflejo del nuevo rumbo que toma el cine de Hollywood.

Carece de alma, dice demasiado y lo hace a costa de las imágenes. Así los momentos bellos nos dan pena: parafraseando a Baudelaire, 'Dumbo' es un film cuyas orejas de gigante le impiden caminar. Y ni hablemos de volar.

La poca justificación de esta remake está compensada por las imágenes seductoras del cine de su director.

El resultado brilla por esa magia propia del asombro infantil, que Burton recupera gracias a una pizca de genialidad: combina calidad narrativa y punto de vista ético y estético.

No se siente como una historia repetitiva, pero tampoco destaca el estilo único de Tim Burton. Presenta los cambios temporales imprescindibles y una trama más elaborada que la original. Aun así, se echa de menos el carisma de ciertos personajes.

El resultado visual resulta atractivo durante toda la trama y el pequeño elefante logra despertar empatía, ternura y vulnerabilidad. Sin embargo, es evidente que algo falló en esta película, ya que el característico estilo de Tim Burton no se manifiesta en esta nueva versión.

Es tan directa, poética, dura y tierna como las mejores películas de ese creador y padre de la fantasía fílmica que fue Georges Méliès.

Una narración que deja atrás la encantadora simplicidad del filme animado original, ampliando su escenario como también sus personajes y la complejidad de su desarrollo.