Críticas La ciudad de las estrellas (La La Land) (2016)

Una celebración de los musicales clásicos que refleja su diversión, aunque no su majestuosidad. Es una mezcla elegante, repleta de personas atractivas, movimientos encantadores y colores vibrantes.

Salirse del cine con la sensación de estar flotando es algo poco frecuente. Sin embargo, cuando se experimenta, renueva la creencia en la magia del séptimo arte. 'La La Land' logra esa sensación excepcional, convirtiéndose en una de esas joyas cinematográficas.

No es una obra extraordinaria, pero está bien narrada y Damien Chazelle demuestra un gran talento en la dirección. Posee su propio encanto y retrata de manera astuta a la generación a la que se dirige.

Una maravillosa e irrepetible cinta que homenajea de hecho a “una ciudad de sueños” (Los Ángeles); al jazz, cuya influencia no se extingue, y al cine mismo de nostálgicas tonalidades romántico-musicales.

'La La Land' es una obra maestra imperdible. Con su audacia y originalidad, esta película se destaca por su irreverencia y su excelencia técnica. Es una auténtica celebración del cine, visible en cada cuadro y movimiento de cámara.

La creatividad, la originalidad, el amor, el talento exhibido y la intensa poesía de sus contradicciones pueden hacer que, con el tiempo, sea considerada un pequeño clásico de la segunda década del siglo XXI.

La película es un encantador cuento musical repleto de colores, con un toque agridulce característico de las fábulas del espectáculo. Emma Stone y Ryan Gosling tienen una química excepcional, lo que convierte su actuación en la razón principal para disfrutar de esta historia.

Es un espléndido musical, una relectura actualizada y definitivamente moderna de lo mejor de ese género que hizo furor en la era del star system en Hollywood.

Disfruta de su música y de su trama romántica, aunque no logra igualar la grandeza de los clásicos que intenta imitar.