Críticas Top Gun: Maverick (2022)

Diseñada para recrear muchos placeres de la original, satisface nuestro deseo de ir realmente rápido, realmente alto: lo que su antecesora inolvidablemente llamaba 'necesidad de velocidad'.

Es menos progresista en cuestiones de género que la película original, que, después de todo, puso a una mujer al frente. Las habilidades de Cruise como estrella de cine siguen siendo milagrosas.

'Top Gun: Maverick' supera a la original en todos los sentidos posibles, transformándola en una de las mejores secuelas de la historia. Es una película impresionante que te dejará sin aliento.

Tu disfrute dependerá de lo dispuesto que estés a desconectar del mundo real y rendirte a la magia de una estrella de cine.

Un entretenimiento bobo, heroico, anticuado y cursi como el demonio, con un altísimo entusiasmo: es un regreso bienvenido a unos tiempos cinematográficos más sencillos.

La actitud de ir a por todas de ''Top Gun: Maverick' es la clave de su éxito. Es una superproducción excepcional, completa y bien elaborada que, si se lo permites, te dejará sin aliento.

Un delirio de unas dimensiones tan acertadas, divertidas y, por momentos, memorables que no queda otra que rendirse. Cine físico, simple, ligeramente vulgar y muy disfrutable.

Más encanto, más aventura, más madurez y a más altura. La película vuela sin perder ni un gramo de interés y fascinación, con todas sus claves y códigos del cine militar, romántico y de aventura extrema.

Queda la poética del machirulismo; una de las virtudes es la capacidad del actor Cruise para volar a favor del paso del tiempo, hacia el futuro.

Es un facsímil prolijo, hecho a conciencia y con mucho guiño, del film original, al que el paso y el peso del tiempo le caen bien.

El actor observa por el retrovisor en un homenaje tanto a sí mismo como a la icónica Top Gun de los años 80, rescatando un estilo de filmación que desafía las normas actuales.

La película alcanza una madurez que pocas cintas de acción logran.

Cine de acción sincero, sin pretensiones aleccionadoras ni reivindicativas que levanten banderas que se ven desde lejos. No. Es una obra con reflexión, con las lecturas directas de toda historia de vida, pero sin imponer ni exaltar.