Críticas Argylle (2024)

Para quienes asisten al cine ocasionalmente, 'Argylle' puede parecer simplemente una película romántica de espías. Sin embargo, para los entusiastas del género, la película ofrece una sensación de misterio e intriga.

Llamativa, divertida y alegre, 'Argylle' tiene fallos pero los compensa con giros y más giros, y con las encantadoras interpretaciones de su dúo protagonista.

Bryce Dallas Howard y Sam Rockwell brindan actuaciones destacadas, mientras que el director Matthew Vaughn demuestra su habilidad en la dirección de escenas de acción. No obstante, los constantes giros argumentales en ocasiones pueden afectar la cohesión de la trama.

Sobrecargada y cansina

Bryce Dallas Howard y Sam Rockwell conforman una pareja entrañable, sin embargo, se ven inmersos en una aventura que no logra captar la magia y el talento de sus actuaciones.

A pesar de ser cínica, con efectos CGI intermitentes y demasiados cameos, 'Argylle' logra mantenerse a flote a pesar de sus complicaciones.

La película de espías dirigida por Matthew Vaughn no consigue convencer al público.

Rebosa estilo. Sin embargo, los momentos más destacados de la película se diluyen por una trama de espionaje poco satisfactoria.

Una de las películas de acción más caóticamente estúpidas que han torturado al público en años

A pesar de que presenta fallos en el desarrollo de sus personajes y una trama algo recargada, la película logra entretener bastante.

Al igual que el propio agente Argylle, tiene un aspecto muy atractivo pero, bajo todo eso, no hay nada especialmente nuevo.

Si no eres fan del mundo de Kingsman, es posible que 'Argylle' no sea de tu agrado. Vaughn reafirma su convicción de que el cine debe ser entretenido, y esta película logra ofrecer una diversión extraordinaria.

A pesar de contar con numerosas escenas de acción impresionantes y llenas de acrobacias, la historia se ve saturada por excesivos giros que pueden confundir al espectador.

Un disparate excesivamente largo y mal rodado con un gato CGI poco convincente.

Esta parodia de James Bond ofrece una diversión sencilla y descabellada.

A medida que se acerca al clímax, la película comienza a asemejarse a uno de esos anuncios costosos y elaborados de productos de lujo que realmente no despiertan interés en adquirir.

Chapucera y trillada.

Un enorme y complicado fracaso del director Matthew Vaughn, que carece de coherencia y resulta ser genérico.

Una historia simplista que deja en evidencia la falta de nuevas ideas por parte de Matthew Vaughn.

La intención de asombrar se convierte en una violencia absurda al estilo de los dibujos animados, junto a valores cuestionables. El elenco, a pesar de contar con nombres reconocidos, no logra salvar la situación.

Disparatada epopeya, una producción que resulta correcta pero a la vez insustancial. Aunque no falla en su ejecución, carece de la chispa necesaria para dejar una impresión duradera en el espectador.

Caótica y delirante: la nueva película de Vaughn tiene un repartazo y buenas ideas pero también un exceso de ambición que lastra un poco el resultado final.

Existen varias escenas realmente memorables, pero la búsqueda constante de ser ingenioso y atractivo puede hacer que la experiencia se vuelva abrumadora y desconcertante.

La digitalización y los elementos caprichosos dificultan la conexión con los personajes y la trama en 'Argylle: Agente secreto'. La película pone de manifiesto las restricciones de la visión cinematográfica de Vaughn.

Matthew Vaughn vuelve a combinar humor y acción de manera magistral, mientras que las secuencias de acrobacias son absolutamente impresionantes.

La tarea de Vaughn de mantener la energía a lo largo de casi dos horas y media es complicada, ya que en ocasiones resulta excesivo. El director, en su búsqueda de conectar con el público, recurre en varias ocasiones a un exceso de ironía para demostrar que solo él controla la narrativa.

El realizador británico empuja su narrativa hacia el territorio del absurdo, manteniendo al mismo tiempo un nivel de desinhibición y creatividad visual y coreográfica que resulta muy entretenido.

Divertirse es importante, especialmente cuando el humor y la creatividad estimulan la mente. La acción se presenta de manera que se puede disfrutar sin ser abrumado. Este es el gran talento de Matthew Vaughn.

Aunque la historia a veces resulta confusa, logra ser entretenida.

No es muy manejable pero es entretenida.