Críticas Wonka (2023)

La precuela musical del icónico cuento de Roald Dahl resulta divertida y emocionante, con una escenificación impecable. Sin embargo, su estilo se siente sorprendentemente desfasado. 'Wonka' logra brindarte una sensación agradable, aunque no alcanza a elevarte por completo.

Lo más entretenido que podrás ver en el cine este año. Los creadores de 'Paddington', junto a un encantador Timothée Chalamet, presentan una precuela de Dahl que rebosa de una irresistible dulzura.

Paul King ha creado una dulce y animada delicia navideña y Timothée Chalamet es un Wonka encantador.

Una precuela que ofrece mucho azúcar y fantasía pero poca sustancia.

Es una celebración de los creadores de música y de los soñadores de sueños, un gran musical cinematográfico a la antigua usanza que utiliza el mundo de Roald Dahl con el criterio suficiente para evitar cualquier golpe serio al autor o al legado de Gene Wilder.

Aunque tiene sus méritos, un excelente reparto y divertidos números musicales, 'Wonka' se tambalea en su viaje y argumento.

Le falta gancho. Es una precuela insípida del libro infantil de Roald Dahl de 1964.

No llega a ser la deliciosa golosina que quiere ser, pero aún así hay suficientes dulces delicias por el camino.

Con 'Wonka', King demuestra que tiene el billete dorado para hacer de este género un placer sin que importe la edad. Una delicia para el espíritu.

Casi todo en 'Wonka' está servido con una efervescencia embriagadora. Es, sin duda, una interpretación más agradable del personaje.

El billete dorado al final de un año de enérgico cine. Una joya maravillosa y extraña que seguramente será atesorada por las generaciones venideras.

Timothée Chalamet brilla en su papel, mientras que Paul King logra una obra mágica con este encantador musical. La película se destaca por su audaz enfoque y su irresistible atractivo.

Su hundimiento duele, especialmente por la evidente visión de King para la comedia visual y la deslumbrante producción, elementos que se esfuman en una película donde la marca siempre opacará la belleza.

Una oda conmovedora y cómica a los soñadores de todo el mundo, con canciones pegadizas, payasadas y un líder amable.

Se agradece que King inyecte un sentido de la bondad y un toque de locura, mostrando así que se ha esforzado por hacer algo más que simples fragmentos de Dahl. Sin embargo, sería deseable que Chalamet contribuyera con algo, ya que muchas veces parece estar en un karaoke de personajes.

Timothée Chalamet decepciona en una historia dispersa que mezcla demasiados ingredientes en su trama de chocolate.

Es la merienda perfecta. Sin alcanzar la excelencia, todo está bien compuesto y cumple con creces tanto el universo de Roald Dahl como con el clásico ambiente del musical protagonizado por jóvenes de la calle.

Deliciosa, divertida y exagerada fábula con un Hugh Grant tan diminuto como descomunal. La Navidad buscaba una película y la ha encontrado, recubierta de chocolate. ¿Qué más se puede pedir?

Es el mejor "mundo de fantasía" hasta la fecha, un gozoso espectáculo tan barroco como deslumbrante, elegante y equilibrado. La Navidad está en sus manos, y puede que para las siguientes ya sea un clásico.

El diseño de producción y las canciones destacan notablemente. Hay una gran cantidad de buenas ideas, aunque se siente la ausencia de Roald Dahl. Además, Timothée Chalamet presenta una actuación más comedida de lo habitual.

Los personajes se mantienen en el tono adecuado, evocando el mundo de Charles Dickens, a la vez que son fieles a la esencia que Roald Dahl creó en su literatura. Se logra así una representación satisfactoria.

Es un deleite de principio a fin. Una película cálida, honesta y humanista que esconde una crítica dura al capitalismo.

Una fantasía musical revitalizada con chocolate. El actor irradia frescura en cada escena al interpretar al famoso personaje; la película ofrece un mensaje hermoso y conmovedor. Se trata de un relato bello e ingenioso que incluye una moraleja.

El montaje de Mark Everson consigue que ciertos números musicales se sientan como auténticas y destacadas piezas cinematográficas. La imagen danza ante nosotros, mientras nuestros pies, desde la butaca, la siguen.

Las personas detrás de las hermosas cintas de 'Paddington' logran hacer una precuela llena de magia y encanto.