Críticas Sangre en los labios (2024)

Es una historia de amor intensa, queer y poco convencional entre dos personas inestables. La película explora la naturaleza destructiva de las relaciones, marcada por unas interpretaciones sólidas y una narrativa fascinante a nivel visual.

Glass es siempre consciente de lo que puede disgustar a su público y hacer que se retuerza, una aportación deliciosa e intrigante al thriller psicológico que es cualquier cosa menos sutil.

Sin el exceso estridente, el guion resulta aburrido y precario, ofreciendo un viaje al lado salvaje que se queda sin gasolina.

No tiene tiempo para la combustión lenta. Es una película que comienza ardiendo y acaba con un ardiente resplandor de gloria.

Un emocionante y tétrico noir de terror corporal americano repleto de sudor que es descaradamente queer y deliciosamente desquiciado.

Este thriller, intenso y enérgico, se presenta como la obra más destacada de Kristen Stewart hasta el momento.

El excelente segundo largometraje de Rose Glass es un thriller implacable, lleno de sangre, sexo y músculos explosivos

La total falta de filtro de 'Love Lies Bleeding' es su mayor virtud. Ardiente, sucia y con una mala reputación que la hace apetecible, es cine sin nada que perder.

Con una fotografía estelar, la partitura electrónica de Clint Mansell y las grandes interpretaciones del reparto, 'Love Lies Bleeding' tiene todo lo necesario para convertirse en un clásico de culto entre los aficionados al cine de aventura.

Tanto visual como auditivamente, al igual que los personajes, es fácil quedar tan atrapado en el mundo de la película.

Cuanto más rápido avanza, más atrevida se vuelve. La audacia vertiginosa del proceso genera pequeñas emociones fugaces. Sin embargo, los riesgos que asume Glass rara vez justifican el resultado.

Podría decirse que Stewart nunca ha estado más vulnerable, y O'Brian despliega una audacia que no sólo procede de su extraordinario físico, sino también de una inocencia interior que aporta al personaje.

Aspira a convertirse en una de las películas más impactantes de la temporada. Es una producción dispuesta a probarlo todo para asombrar al espectador, y está convencida de que no tiene nada que perder.

La película destaca más por su apariencia que por su contenido. Su diseño moderno y atractivo visual despierta interés, aunque no logra profundizar en una trama sólida.

Una película predispuesta a convertirse en un clásico. Como los neo-noir de los Coen, pero con menos absurdismo y más gore.

Un festival tórrido y disfrutón de sexo, venganza y anabolizantes. Como una película de los Coen pero con una mirada mucho más carnal y sudorosa.

Es una película musculada que juega con el acento y la exageración, convirtiéndose en un deslumbrante objeto kitsch.

Una historia audaz y sangrienta. Gracias a su brillante puesta en escena, Rose Glass se establece como una cineasta a la que definitivamente vale la pena seguir.

La realización es exquisita. Cada plano es una joya, y la película está llena de detalles estilísticos llamativos desde el primero de los planos.