Críticas Ha nacido una estrella (2018)

Lady Gaga está electrizante en un musical de Hollywood que pasará a la posteridad.

Es una sensación magnífica salir de la sala de un cine sintiéndonos abatidos, como si la película nos hubiese recordado el poder que tiene el cine para seducir, entretener y para romper nuestro corazón.

Un milagro de la química entre los actores sobre el escenario. La verdadera sorpresa aquí no es Cooper, sino Gaga. Más que nacer, parece que su estrella nunca deja de crecer.

Las sinceras y emotivas actuaciones de Cooper y Lady Gaga no son suficientes para iluminar esta película. Da la impresión de ser un remake innecesario.

Cooper parte claramente de la versión de 1976, pero logra mejorarla. Tras este debut no hay solo oficio, sino una mirada auténtica. Lady Gaga demuestra que había verdad bajo la máscara.

Antes que previsible, afectada o simplemente cansina, lo que hace a 'A star is born' diferente es su tendencia a la eternidad. La película parece no tener fin, lo cual genera una intensidad que se siente forzada.

La dirige Cooper, con notables recursos técnicos y con enorme sensibilidad y acierto. Tiene una primera hora excepcional y Lady Gaga se revela como una actriz sorprendente y de gran capacidad.

Con esta película no ha nacido una estrella de cine, sino dos: una, delante, y otra, detrás de la cámara.

Es un remake que no aporta nada nuevo a sus antecesores: resulta tan tedioso e irrelevante como el filme protagonizado por Barbra Streisand y Kris Kristofferson en 1976.

Pese al peso ineludible de las anteriores versiones, Cooper consigue conferir al film una personalidad propia, que lo convierte en un drama solvente, (...) iluminado por la honestidad de su director/protagonista.

A pesar de la destacada actuación de una Lady Gaga que demuestra ser una actriz competente, el filme se siente diseñado para complacer a los aficionados de los Grammys y los Oscars. Sin embargo, también se percibe la incomoda tendencia narcisista de su director y protagonista.

El carisma de la cantante, la potencia de su voz y la química que logra con Cooper como pareja son el corazón de la película, cuya banda de sonido tiene un par de temas que se quedan con el espectador después de la función.

Esta versión luce fresca, original y apasionada, superando ampliamente las adaptaciones anteriores.

Cooper aporta un gran desafío que se supera gracias a las excelentes actuaciones de los actores y su música, junto a una dirección eficiente que imprime un ritmo ágil.

Nace una estrella es un claro reflejo del cine actual. Esta película, que se centra en los seres humanos que habitan su universo, rápidamente se establece como una obra madura y fascinante.

En tiempos de youtubers que fingen espontaneidad, Bradley Cooper nos recuerda que incluso relatos ya conocidos vuelven a hablarnos al oído, cuando se narran con el corazón en la mano.

Hacía mucho que desde Hollywood no llegaba un melodrama adulto, doloroso.

La trama sigue el derrotero de esta historia conocida y pierde un poco de fuerza, pero no tanto como para no recomendarla.